El Espejo — es la faceta en la que ves tal como es. El mundo — sin distorsiones. A ti mismo — sin justificaciones. La realidad — sin el velo del pasado. No está teñido de opinión, miedo o deseo. El Espejo simplemente está. No juzga ni enseña. Muestra. Miras — y ves. A ti. A los demás. A las situaciones. No como estás acostumbrado — sino como son. El Espejo se vuelve accesible cuando hay Silencio dentro. Y cuando desde adentro surge la Claridad. Entonces se levanta el velo de la faceta del Reflejo, y distingues dónde estás tú — y dónde comienza tu mirada al mundo. La faceta del Espejo — es silenciosa, inmóvil, como la superficie del agua. Pero si miras directamente — en ella se revela la Verdad. Fijación en el espacio: Se percibe frente a ti, como una superficie transparente y tranquila. A veces — como una línea delgada entre los ojos, ligeramente proyectada hacia adelante. No mires fijamente — simplemente mira.